Después de la negación

Publicado el 21 de septiembre de 2021

Seguía en fase negación. No había manera de asumir el problema. El vacío era cada vez más grande pero yo no quería verlo. Las paredes, el techo, se me echaban encima en aquella habitación desconchada donde habíamos terminado lo nuestro. Nunca más volvería a sentir sus besos cálidos sobre mi piel, nunca su lengua alrededor de mi ombligo. Nunca su pelo enredado en mis dedos. Debía rendirme a la evidencia pero seguía con el pañuelo alrededor de los ojos tratando de luchar por un imposible. Los secretos nos habían vencido. Su mujer le obligaba a abandonar y su cobardía dañaba mi orgullo y mi esperanza. Él, que había sido mi primeva vez. Él, que había descubierto cada centímetro de mi piel, cada sensación por inventar. Pero siendo honestas, debería haberlo visto venir. No era un tío de lealtades. Debía haber previsto que la tempestad no iba a tardar en llegar. Que mi mundo pronto iba a cambiar de color. Que iba a descubrir el desamor, definición de lo que deseamos pero no puede ser. Pero si tenía que ser valiente tendría que pasar la fase negación y asumir el siguiente paso. Las heridas no iban a dejar de sangrar ni de doler, pero habría que sanarlas. Un portazo, un escalofrío y siguiente fase. Después de la negación va asumir la derrota. Pero yo había decidido seguir mis propios pasos. Después de la negación, venganza.

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