El síndrome del hermano mayor

Publicado el 13 de mayo de 2011

Acomoda a su padre en la cama. Son las diez menos veinte, la hora en la que había quedado con María. Una vez más su hermano se ha salido con la suya y Antonio recuerda una tras otra todas las trastadas que le ha hecho, como aquella Semana Santa en la que le dejó sin coche o cuando intercambió las notas de física y le tocó a él examinarse en septiembre. Son las diez menos cuarto y María ya se habrá ido a casa. Las diez menos cinco y la inyección de morfina.

4 comentarios

uf, marta, menuda historia en tan pocas líneas. y llegas como si nada a las últimas palabras…

por teresa el mayo 14, 2011 a las 4:20 pm. Responder #

Caín y Abel,
Rómulo y Remo,
mi hermano, mi ego.

por el haikuero dominguero el mayo 15, 2011 a las 8:36 am. Responder #

Creo que no había leído antes este relato y lo leo precisamente ahora, no se si lo he buscado yo o me ha buscado él a mí.

por Eva el septiembre 15, 2011 a las 12:16 am. Responder #

Os habéis buscado el uno al otro. De hecho, tu lectura lo complementa.

por Marta Salvador el septiembre 15, 2011 a las 3:29 pm. Responder #

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