La duodécima paliza
Publicado el 7 de julio de 2017
Era la cuarta vez que le gritaba esa mañana. La duodécima que le pegaba en lo que llevaban de mes. El noveno «puta» que escuchaba desde el fin de semana. La septuagésimo tercera vez que le amenazaba con matarla desde que se habían hecho novios, y después casados, y después cuatro veces padres, hacía ya casi veinte años. Y la segunda vez que le había puesto el cuchillo de la cocina en el cuello. La primera vez estaban solos. Esta vez había cuatro testigos de seis, diez, trece y quince años. Esta vez el testigo de quince sabía lo que tenía que hacer. Esta vez el cuchillo acabó en el cuello de quien otras veces lo empuñaba.
Deja un comentario