Sonríe si me reconoces
Publicado el 17 de febrero de 2010
El esmalte de las uñas está cuarteado, pero ya no me da tiempo de repasarlo. Tengo que salir hacia el aeropuerto. Este rojo de los labios se ve demasiado fuerte, así no me reconocerán. Todo me da vueltas, el corazón me late tan fuerte que tengo la sensación de que el taxista me va a pedir que deje un rato de dar esos golpes: pam-pam, pam-pam, que parece que resuenan fuera de mí. A ver si salta ya todo este esmalte. Hace cinco años que no les veo. Cinco largos años que salí de Bogotá con la maleta vacía. Allí dejé a Andresito, con sólo dos años, y a Pedro, que ya era un hombrecito de seis. Ahora tendrán siete y once, y seguro que ya no me reconocen, aunque sea su madre, aunque lleve cinco años mandando cartas y llamando todos los viernes, el día mejor de la semana, el que he esperado con ansia durante 246 semanas. Pero hoy no creo que se acuerden de mí, aunque mírales yo les he reconocido enseguida al bajar del avión porque tienen el mismo andar de siempre, la misma mirada temerosa e implorante de cuando el avión lo cogió su madre y, mira, sí, sí, esa sonrisa feliz de quienes han reconocido a su madre aunque hacía tanto, tanto tiempo…
2 comentarios
Wellcome
por a primera hora... el febrero 17, 2010 a las 7:40 pm. #
Si te digo que es exactamente lo que le pasa a la chica viene a limpiar a mi casa. Tiene dos hijos en su país que no ve desde hace 7 años y uno lo dejó con 8 meses sólo. Aquí se vino con su marido ya ahora tiene unas gemelas que no conocen a sus hermanos….pufff
por maría el marzo 7, 2010 a las 11:00 pm. #