Camilo
Publicado el 14 de mayo de 2008
Y el alacrán inyectó en su propio cuerpo el mortal veneno. Allí quedó extendido, inofensivo ya, inerte. Camilo no tuvo más que meterlo en su bote de garbanzos lleno de alcohol y colocarlo en la repisa de su chimenea; uno más de la colección. Siempre insistía: no mováis ninguna piedra sin avisarme. Nosotros no le hacíamos caso; solo le avisábamos cuando veíamos alguno peligroso. Como éste. Venía corriendo, con su octogenaria vitalidad, y conseguía que el alacrán se envenenara a sí mismo. En sus botes de cristal transparente, de lentejas, de miel o de tomate guardaba los mejores ejemplares: los había pequeños, grandes, minúsculos, ridículos, naranjas, marrones, casi transparentes o negros, como éste. ¡Qué fácil era entonces deshacerse de los alacranes! Ahora ya no estás Camilo y he encontrado uno: está aquí, en mi cama.
6 comentarios
se te ve la influencia de Clarice, me gusta pero es terrible¿no?
por carmela el mayo 15, 2008 a las 9:32 am. #
Si, si… en Moixent a veces picaban…
por anónimo el mayo 15, 2008 a las 2:20 pm. #
Quien es clarice?
Te quedas con ganas de mas…
Ah le he dado tu dirección a mi amiga monti que le gustó el de la dona…
ciao
por María el mayo 16, 2008 a las 11:40 am. #
Muy bonito…
No se si te ha contado el papá, el director chino este de turandot: Chen Kaige o algo así es un sensible… mas de un día al final del ensayo nos ha dicho que le hemos llegado al corazón, pero ayer fue el día que nos hizo llorar.
Al terminar el ensayo nos dijo:
«Hoy es un día muy especial para mi, hoy me habeis llegado a emocionar, todos los días lo haceis muy bien, pero hoy he leido en el periódico que una escuela en china con 500 niños se estaba derrumbando, y que los niños se escondieron debajo de los pupitres y allí se quedaron cuando se fue la luz… todo a oscuras, algunos digeron: vamos a hacer algo hasta que vengan a buscarnos… pero qué. y otro dijo vamos a cantar. entonces sus voces traspasaron el duro cemento y llegaron a los adultos que estaban a metros de distancia y consiguieron encontrarlos… hoy vuestras voces me han hecho recordar a esos niños y me he dado cuenta del poder de la música, y yo se que los seres humanos estamos conectados de alguna manera y se que hoy vuestras voces han ayudado a mucha gente que lo necesita tanto…
puffff nos dejó…
Ciao
por María el mayo 16, 2008 a las 11:57 am. #
Clarice Lispector, escritora brasileña de los años 50 y 60. Muy buena, la recomiendo…
Gracias por compartir con todos la anécdota de los niños del colegio chino. Pone la piel de gallina.
Besos
por Marta Salvador el mayo 16, 2008 a las 2:27 pm. #
Buff… Qué duro. Me imagino el momento en el que os lo dijo en medio de un silencio absoluto. Y qué jodido estar tan lejos de su gente.
Gracias por el «offtherecord».
por Coolebra el mayo 17, 2008 a las 6:02 pm. #