Desde donde cuenta el gato

Publicado el 8 de junio de 2009

Cuando te cambias de casa, durante meses dejas de encontrar lo que buscas y aparece lo que no esperas. Eso me está ocurriendo a mí en estas últimas semanas y esta misma mañana, entre cajas, papeles perdidos, sobres amarillentos y cachivaches ha venido a mis manos un viejo poema que escribí no se sabe cuándo. Creo que tendría unos diecisiete años cuando conté que mi alma era un gato, mirando desde lo alto de una roca llena de sol. Y ese gato me ha contado hoy que creció, que continuó al sol y que desde entonces ha visto la vida desde lo más alto. He escuchado los maullidos de mi madurez a través de esa imagen llena de anhelos y he calmado los miedos del futuro con el ronroneo apagado de la esperanza. Entonces ese gato rayado y oscuro ha bajado de mi escritorio de cristal y se ha marchado meneando la cola. Sólo se ha vuelto una vez, para decirme que no me acomode en mi roca, por más soleada que esté.

3 comentarios

Me ha gustado este relato, pero conforme lo iba leyendo veía un lince en lugar de un gato. Un lince mira desde lo alto a su presa y siempre va sobrado de astucia y agilidad, aunque ande con calma cuando hace falta correr lo hace rápido y con elegancia.

por carmela el junio 8, 2009 a las 2:50 pm. Responder #

¡Lo que queremos es que publiques el poema del gato! Aunque sea manifiestamente mejorable.
Inicio el grupo de fans del poema del gato.
¡Reclamo adhesiones!

por el Anónimo de siempre el junio 9, 2009 a las 7:37 am. Responder #

Precioso

por maría el junio 17, 2009 a las 7:09 pm. Responder #

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