El árbol fantástico
Publicado el 18 de octubre de 2008
Ayer por la tarde iba yo paseando, sin rumbo fijo, sola, sin nada que hacer. Buscaba una y otra vez el agujerito del bolsillo izquierdo de mi chaqueta marrón; me ayudaba a no pensar. Aburrida, me detuve en un banco del parque, rodeada de jolgorio infantil y pipas adolescentes. Como de inmediato, en un golpe seco, se hizo el silencio. Un árbol del parque me estaba hablando a mí; solo a mí. Podría ser un alcornoque o una encina, pero me hablaba. Su tronco rugoso y marrón se aferraba a la conciencia a través de un hueco añejo en forma de boca que movía sin parar. Yo no le entendía. Me esforcé en leerle los labios pero es complicado leer en la boca de un árbol, podéis creerme. Sus potentes raíces asomaban aquí y allá engarrotadas por los años. Pero con un gesto vigoroso de sus ramas quería mostrarme las hojas, sus hojas de las copas altas, verdes celofanes apunto de echar a volar. Busqué el agujerito de mi chaqueta, y no lo encontré. Y por eso todavía sigo en el banco del parque.
Marta Salvador Vélez es licenciada en periodismo, máster en estudios hispánicos, correctora editorial, conductora de talleres de escritura creativa y novelista. En 2022 ganó el premio Roma Valencia Romántica con su novela titulada
6 comentarios
Como si se hubiese abierto una ventana después de tanto texto «hospitalítico». Muy bonito
por Coolebra el octubre 18, 2008 a las 11:57 pm. #
Es triste que se cierren los agujeritos de los bolsillos. Son como las espinas doradas del corazón. De todas formas, con el tiempo se vuelven a reproducir.
por anónimo el octubre 20, 2008 a las 8:03 am. #
Me ha recordado el estilo de Tere.
por carmela el octubre 20, 2008 a las 8:09 am. #
Estoy de acuerdo con Coolebra.
Me ha parecido precioso. Un beso.
por La abeja Maya el octubre 20, 2008 a las 4:15 pm. #
podría ser el inico de un cuanto infaltil si prescindimos de el final…
por maría el noviembre 5, 2008 a las 1:14 pm. #
El árbol quería echar a volar y de ahí ese movimiento de sus hojas, el árbol se ahoga por lo que mueve su boca incapaz de articular palabra, por eso no lo entiendes. El árbol quiere dejar de estar en el parque porque está solo, sus raíces no se entrelazan con otras raíces y sus ramas no chocan con otras cuando el viento las agita. El árbol tiene el tronco hueco y no tardará en morir.
por frani el noviembre 24, 2008 a las 1:27 am. #