Luces y sombras

Publicado el 27 de marzo de 2009

El rayo helado de la mañana se deja caer contundente sobre las fachadas blancas y limpias; mientras el ángulo oscuro del día enfría las miradas. Ella, con la suya antigua, entre el blanco y el negro manchado de sepia. Y otra vez la sombra, que lucha por empequeñecerse ante el sol del día. Como un hada madrina ilumina con su varita, orgullosa y altiva; felina mirada que domina la distancia inoportuna. La línea horizontal apaga lentamente el goce de las luces y los rojos amarillean de dulce almibarado mientras la mañana se deja caer como un apagado olvido. Una estrella despunta en el claro-oscuro del día: azul marino surcado de naranja anaranjado, azulado y celeste. Un abismo de olas resquebraja el ritmo apasionado del sueño diurno y atrapa la inconsciencia apasionada, esponjosa textura de algodón morado. Y al final las ventanas encendidas en el hogar de la nada.

3 comentarios

El arco iris… Ahhh también me recuerda que mañana hay que apagar la luz a las 20:30 una hora… No sé pero me ha recordado esas dos cosas…

por maría el marzo 27, 2009 a las 2:38 pm. Responder #

El ejercicio del día, que no hicimos en el taller, eso me ha sugerido, en cualquier caso es muy oriental. Imaginate eso puesto en una novela o en un cuento.
No es fácil ¿no?

por carmela el marzo 27, 2009 a las 8:46 pm. Responder #

Ahora que he vuelto de mis exploraciones por Terra Ignota y desenchufada, he podido echar un vistazo de nuevo a este blog con tranquilidad.
Con la perspectiva que da leer varios relatos para mi desconocidos seguidos, he podido observar una clara tendencia hacia la poesía anaranjada que me gusta. Estoy deseando leer más…

por Morris Waiter el marzo 30, 2009 a las 9:36 pm. Responder #

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