María
Publicado el 28 de mayo de 2006
Creo que me he pasado el semáforo en rojo. Bueno, no hay polis por ahí. Venga ya, María no me vengas con sermones. Últimamente te pasas todo el tiempo diciéndome lo que debería hacer y no hago, lo mal que llevo mi vida, el daño que le hago a todo el mundo. Estoy empezando a cansarme de ti ¿sabes? Tú, desde tu pedestal, te crees con derecho a juzgarme pero soy yo quien decide, y no tú, aunque no lo puedas soportar. ¿Y éste qué se cree, adelantando por la derecha? Ya sé lo que me vas a decir, lo de siempre, que debería acabar con todo esto cuanto antes y contárselo todo a Enrique, pero yo no estoy tan loca como tú. Yo no puedo hacer esas cosas y quedarme tan tranquila. Aunque a ti no te lo parezca, tengo conciencia ¿sabes? Lo sé, de verdad María, sé que no es justa esta situación para nadie, pero no me hagas culpable de todo a mí. Enrique también tiene vela en este entierro ¿sabes? Si él se hubiera portado como esperábamos de él… Pero venga, dale, que ya está en verde… No, María, no. No es tan fácil. Ahora no puedo hacer marcha atrás, como si nada de todo esto hubiera ocurrido. No puedo decirle a Sergio que no venga más, que me lo he pensado mejor y que mi marido se merece otra oportunidad. Bien, María, pero dónde estoy yo en todo esto. ¿Qué hay de lo que yo siento? Tú sólo hablas de lo que es justo o no, pero ¿y mis sentimientos?, ¿dónde quedan en todo esto? No soy egoísta, no me digas eso porque no es cierto y tú lo sabes, mejor que nadie. ¿Pero este capullo va a seguir a cincuenta toda la Gran Vía? Va, acelera, hombre. Ya basta, María, de verdad. Estoy agotada de estas conversaciones que no nos llevan a ninguna parte. ¿Podrías desaparecer una temporada? Seguro que cuando vuelvas estoy más tranquila y lo he solucionado todo yo solita, sin que me atosigues con tus valores. Vaya, otro semáforo en rojo, pero éste estaba en ámbar ¿no?
– ¿Puede dejarme su carné de conducir, señora?
– Sí, claro agente, aquí tiene.
– ¿Es usted María Suárez?
– Sí, sí.
Pues sepa, María, que tiene una denuncia por saltarse el semáforo en rojo.
2 comentarios
Al empezar a leerlo creía que era yo la que te daba sermones… Ya hace muchos años que no te los doy,(desde que éramos pequeñas y no me dejabas dormir porque tenías deberes, o ¡marta que llegamos tarde al ensayo!), pero igual algo de subconsciente te ha quedado con la elección del nombre. Ya se, ya se… esa maría es la voz de su conciencia… pero curioso que la llames maría. Bueno en realidad nunca te sermonearía sobre lo que es justo si no me pidieras opinión.
Un beso… está genial el blog… sigue así eres un diamente en bruto.
María
por María el mayo 7, 2008 a las 10:08 am. #
A lo mejor tienes razón y no es casual el nombre de esa conciencia… Me encanta que te guste mi blog. Besos
por Marta el mayo 7, 2008 a las 10:19 pm. #