Un olor, un recuerdo

Publicado el 5 de junio de 2008

Recuerdo la escalera estrecha, empinada, encalada, rugosa, irregular. Si alguien que subía se cruzaba con otro de bajada tenía que esperar turno; no cabíamos dos a la vez. Nunca supe cómo la abuela vieja, mi bisabuela, se las apañaba para colocar sus caderas entre las paredes rocosas de la escalera de la cámara. Nosotros aprovechábamos los recovecos que formaban las piedras blancas para escalar la pendiente, prácticamente sin colocar los pies en aquellos minúsculos peldaños en los que los mayores tenían que apoyar sus zapatos de lado, paralelos al escalón de cemento gris rugoso. Una vez superada la escalera encontrabas la cámara. Recuerdo el olor, húmedo, polvoriento, dulce, de pueblo. En realidad había dos cámaras, una a cada lado de la escalera. La de la izquierda tenía aperos, ropa, jamones y chorizos colgando de las vigas y otros trastos que nunca he sabido para qué servían. La cámara de la derecha era nuestro reinado. Por un ventanuco ceñido y profundo entraba toda la luz de La Mancha en agosto. Aquí, de las vigas de madera colgaban uvas, unos racimos dulces y avinagrados de uvas a medio camino de ser pasas. Pero nuestro trono era aquella cama. Cabíamos hasta seis biznietos cada noche, escuchando los cuentos de mamá, los chistes de papá y las historias de la yaya, casi engullidos por el inmenso colchón de plumas que nos arrullaba y mecía hasta el día siguiente. Hoy, no sé qué olor me ha recordado todo esto.

4 comentarios

Lo dijeron en House el otro día… el olfato es el más poderoso de los desencadenantes de recuerdos…

por anónimo el junio 6, 2008 a las 8:18 am. Responder #

Que recuerdos….. te acuerdas del cuadro que había justo encima de la cama? era así estilo la gallinita ciega de goya… o mas bien de algún algel de la guarda… algo religioso si…
Por cierto que pequeño se quedo cuando fuimos a verlo años después…

por María el junio 19, 2008 a las 1:23 pm. Responder #

Yo también quería hablar del cuadro, el caso es que por más que he buscado por internet no lo he encontrado… Mira que era siniestro, se supone que era una alegoría infantil, pero al estilo de antes, vamos una ilustración infantil de la época pero al estilo Caravaggio… con esa especie de halo de misterio cargado de castigo divino,… Si me acuerdo de él supongo que el olor que me viene se parece al olor a cirio de una iglesia,… si salgo por la puerta huele a polvo, trigo y ganado,… pero no hay un alma en la calle y el sol de Agosto está en lo mas alto… ¿ que escojo el cirio o la chicharra ?,… en ambas opciones parecía que el tiempo estaba detenido,… y ambas tenían su parte mala… Supongo que acababa haciendo lo que cualquier niño…, me dejaba resbalar un rato por la estrecha sombra de la pared encalada y después dejaba que escogieran mis pies…

por David el junio 25, 2008 a las 4:27 pm. Responder #

El olfato es un desencadenante de recuerdos aún mayor que la vista o el tacto, el registro debe hacerse además en la meoria más antigua, la de la infancia. Preisamente la otra noche intentando dormirme noté que hacía una olor en la habitación, una olor a ganado, no, no es que no nos hubieramos duchado ese día, es que traje un recuerdo de mi infancia y lo traje con todos los percépticos, dudé de si era un pensamiento o un sueño, pero aún no me había dormido, ello, el pasado, se había metido en mi ama

por carmela el junio 26, 2008 a las 4:54 pm. Responder #

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