Una mañana cualquiera en un autobús cualquiera

Publicado el 4 de febrero de 2011

La cremallera de su abrigo se le ha atascado, enredada entre los flecos de la bufanda granate a rayas blancas que le regaló su madre el día de reyes. En el autobús hace calor y busca un asiento libre, aunque sabe que no lo utilizará incluso si hubiera alguno. Tiene solo diecisiete años y demasiados pensamientos atolondrados entre los guantes, también granates con rayas blancas.

3 comentarios

Ya falta menos…

por el comentarista poco comentado el febrero 4, 2011 a las 8:34 am. Responder #

Comunicación,
paciencia infinita,
todo pasa.

por el haikuero dominguero el febrero 7, 2011 a las 9:30 am. Responder #

Me ha gustado la metáfora del enredo.

por carmela el febrero 7, 2011 a las 10:17 am. Responder #

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